El progresismo es una ideología política que surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX como respuesta a las desigualdades económicas, sociales y políticas que surgieron durante la Revolución Industrial. Se caracteriza por la creencia en el progreso y la capacidad de los seres humanos para mejorar sus condiciones a través de la aplicación de la razón y el conocimiento científico. Los progresistas generalmente abogan por la justicia social, los derechos laborales, la protección del medio ambiente y la reforma democrática.
Las raíces del progresismo se remontan a la Ilustración, un período en los siglos XVII y XVIII cuando los pensadores comenzaron a enfatizar el poder de la razón humana y el potencial para el progreso social. Sin embargo, el movimiento político específico conocido como progresismo comenzó en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Fue una respuesta a la rápida industrialización y urbanización del país, que había llevado a una amplia desigualdad social y económica. Los progresistas buscaron abordar estos problemas a través de una variedad de medios, incluyendo la reforma laboral, la regulación de las grandes empresas y la expansión de la participación democrática.
En el siglo XX temprano, el progresismo se convirtió en una fuerza importante en la política estadounidense, con políticos progresistas como Theodore Roosevelt y Woodrow Wilson sirviendo como presidentes. Durante este período, los progresistas lograron reformas significativas, incluyendo el establecimiento del impuesto sobre la renta, la elección directa de senadores y la creación de agencias reguladoras como la Comisión Federal de Comercio.
El progresismo también se extendió a otros países durante el siglo XX, influyendo en movimientos políticos en Europa, América Latina y otros lugares. En muchos de estos lugares, el progresismo se asoció con partidos socialdemócratas o laboristas, que buscaban utilizar el poder del estado para promover la justicia social y la igualdad económica.
En las últimas décadas, el progresismo ha seguido siendo una fuerza significativa en la política global. Se ha asociado con movimientos en favor de la protección del medio ambiente, la igualdad de género y otros problemas sociales. Sin embargo, también ha enfrentado desafíos de ideologías conservadoras y neoliberales, que argumentan a favor de un papel más limitado del estado en asuntos económicos y sociales.
En conclusión, el progresismo es una ideología política que cree en el poder de la razón humana y el potencial para el progreso social. Surgió como respuesta a las desigualdades de la Revolución Industrial y desde entonces ha influido en movimientos políticos en todo el mundo. A pesar de enfrentar desafíos, sigue siendo una fuerza significativa en la política global.
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